Composición

En diseño gráfico, componer es distribuir los elementos que en el área, o plano, de trabajo, bien sea un afiche o una página de revista, etc. Estos elementos son generalmente, textos (títulos, subtítulos y párrafos), e imágenes (fotografías e ilustraciones). También se pueden incluir líneas divisorias, como filetes, marcos, filigranas, y otros elementos que forman parte de la legibilidad y estética del diseño.

Sin embargo, componer de tal forma que el diseño sea eficiente y atractivo, requiere de algunas técnicas que van más allá de lo evidente, es decir, no es solo organizar los elementos para permitir una mejor legibilidad del contenido, es darle también sentido estético. Para ello deben considerarse los siguientes aspectos:

Balance, Equilibrio y Peso
Ritmo Visual
Simetría y Asimetría
Sangrado
Protagonismo o Centro Visual
Vacío o "blancos".
El todo

Balance, Equilibrio y Peso:

La manera en que se distribuyen los elementos en el formato o área de trabajo, generalmente busca satisfacer el sentido de la lectura, es decir, el recorrido visual, lo que hacen nuestros ojos cuando leemos. En el caso de la escritura y lectura occidental, el sentido va de arriba hacia abajo, y de izquierda a derecha. El balance y el equilibrio están sujetos al sentido de la lectura, y también, al horizonte del área o formato de trabajo.

Es decir, existe una línea virtual que es el límite inferior del formato, que por lo general está resguardada por un margen que, también generalmente, pero no siempre, se deja en blanco como referencia de ese equilibrio. El peso se determina por aquellas áreas en donde hay más cantidad de elementos visuales (texto e imágenes), o donde estos elementos o elemento, sea de mayor tamaño que los demás.

Se deben buscar tanto el agrado a la vista, como la fácil comprensión del contenido. A mayor cantidad de contenido, más difícil es conseguir un equilibrio tanto estético como técnico. (Ver figura 1)

Ritmo Visual:

Se puede conseguir ritmo visual mediante la repetición equidistante de elementos gráficos en el área de trabajo. (Ver figura 2)

Simetría y Asimetría:

Es un poco el resultado visual general del balance, el peso y el ritmo, ya que de ello dependerá que el contenido se vea o se "sienta" simétrico o asimétrico, sin tener esto nada que ver con que los elementos estén centrados o no. Una composición puede verse asimétrica aunque los elementos estén ubicados en el centro del área de trabajo. (Ver figura 3)

Sangrado:

Se le denomina sangrado, al hecho de que una imagen se vea cortada porque da la ilusión de que se exceden los límites del área o formato de trabajo. Esto es un efecto que se logra de manera consciente y no de modo accidental, ya que forma parte de la composición. (Ver figura 4)

Protagonismo o Centro Visual:

Es un efecto que se logra atrayendo la atención del espectador hacia un elemento específico dentro de la composición. El centro visual no es necesariamente el centro del área de trabajo, un elemento puede ser centro visual de la composición ya que atrae la mirada del espectador, sea por el tamaño o el color del elemento. (Ver figura 5).

Vacío o "Blancos":

Los espacios en blanco o no utilizados para ubicar elementos en una composición, también forman parte de la la misma, y deben ser tratados con el mismo cuidado. Un área blanca o aparentemente inutilizada en una composición, puede ser de hecho protagónica. También se le denomina espacio virtual. (Ver figura 6)

El Todo:

Es el resultado final de la composición y dónde se puede determinar si funciona o no funciona. (Ver figura 7)